Pero las infografías no solo generan información, se utilizan también para hacer crecer todo tipo de negocios, como veremos. Ofrecen datos interesantes, presentados de forma concisa: mantienen la atención del visitante mejor que lo pueda hacer un blog con diferentes tipos de contenido, desde infogramas a vídeos, pasando por artículos.
Y es que… la mezcla de números (estadísticas), imágenes y textos sintéticos que explican, conjuntamente, una idea, tiene un gran impacto visual.
Hay una serie de elementos imprescindibles para crear una infografía: ante todo, pensar en un contenido relevante acerca del que se quiere informar. Tras esto, buscar datos y estadísticas atractivas, utilizando fuentes como Google, Youtube, Facebook, Twitter, Wikipedia y sitios web especializados. Se debe desarrollar argumentos sólidos y relevantes. Y, por supuesto, mostrar conclusiones.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es el formato que conviene darle a toda esta información que se integrará en una infografía: diagramas de flujo, mapas anotados, gráficos…
No se debe olvidar una serie de normas relativas al estilo, que debe ser único, con un diseño integrado, poco texto, colores de buen contraste y utilización creativa de las fuentes y tamaños de letras. Los iconos son las auténticas estrellas de las infografías.
Finalmente es necesario incluir la URL y el nombre de la institución o empresa para que el público conozca quién la ha creado.
Socialable Ltd., cuya fundadora es la influyente consultora de social media Lilach Bullock, ofrece un listado de distintas herramientas para crear infografías: Piktochart, Many Eyes, Infogr.am, Stat Planet, Google Public Data Explorer, Wordle o Cacoo.
Pero una vez que tienes tu infografía ¿qué? Sociable Blog explica cómo difundir de forma óptima nuestras infografías, a través de directorios especializados como Tumblr, StumbleUpon o la recientemente creada galería MyBloggest.
Retomando una idea que deslizamos al principio, las infografías son herramientas fundamentales en el campo de los negocios. Se aplican al marketing como disciplina –además de constituir un puntal de este-, a los social media, y a la promoción de nuevos dispositivos tecnológicos. Es el caso de la infografía Can Tablets Take the Place of Teachers? (‘¿Pueden las tabletas reemplazar a los profesores?’).
Este supuesto parece exagerado: las infografías son un excelente medio de apoyo a la enseñanza tradicional. Ofrecen una vía muy interesante para trabajar didácticamente cualquier tema, ya que además de las competencias transversales de gestión de la información, alfabetización digital, investigación, espíritu crítico y construcción de conocimiento, permiten tratar cualquier temática y hacerlo de forma transversal en diferentes asignaturas. Hay muchos datos abiertos (opendata) sobre aspectos de geografía, sociología, medio ambiente, tendencias, etc., a nivel mundial, que se pueden interpretar desde las matemáticas, la lengua, las ciencias sociales y las ciencias naturales. Un ejemplo magnífico son las infografías que, por materias, aparecen como recursos didácticos en la web del proyecto Conectar igualdad, del Ministerio de Educación de la República de Argentina.
En el ámbito de las universidades, las infografías constituyen tendencias en alza en Internet, combinando datos complejos y cuidados diseños. Algunas universidades y facultades han creado sus propias infografías para promover sus estudios y programas, así como para captar estudiantes. La Universidad de Kansas ofrece un diagrama explicando las ayudas financieras al alumnado. La Oklahoma University muestra a los estudiantes cómo obtener el máximo rendimiento laboral a sus estudios de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica. Capella University va más allá, ofreciendo mediante infografías una visión completa de la institución.
Algo similar a lo que ocurre con la Universidad de Alicante, cuyas infografías muestran un análisis detallado de toda la institución, desde programas de estudio hasta procedencia, género y adscripción a las distintas áreas de conocimiento y grados del alumnado.
Ana Cuerdo
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