Actualmente, la inmensa mayoría de los problemas que históricamente planteaba esta tecnología para la navegación web, como el no ser correctamente indexado por los buscadores, el ser completamente no accesible o la pérdida de parte de la usabilidad del navegador web, han sido resueltos en mayor o menor medida. Además, aunque Flash no es un estándar web, está tan extendido que casi se podría considerar como tal. El reproductor de Flash tiene unas cifras de penetración impresionantes: 98% de usuarios de Internet lo tienen instalado, y de ellos, más de un 92%, la última versión: Flash Player 10. La unión de estos dos factores ha supuesto que hoy en día se vea en la web una proliferación de contenidos hechos en Flash, incluso páginas web full flash, es decir, donde toda la estructura del sitio esté integrado en la película flash, sustituyendo por tanto al HTML. Sin embargo, la tecnología Flash no surge para reemplazar a las webs "tradicionales" basadas en hipertexto, sino como plataforma interactiva multimedia para extender las posibilidades de la web.
Para una mayoría de sitios web, el usuario va a querer acceder a cierta información, por lo que quiere que se cargue rápido, encontrar lo que busca (ya sea un contacto, un producto, una noticia, etc.) y salir. Un mensaje de "cargando" es una barrera entre el usuario y la información a la que quiere acceder. Una intro, por muy espectacular que sea, también. Animaciones, música y efectos de sonido son mayoritariamente distracciones en el camino. Esto no quiere decir, claro, que un sitio puramente informativo tiene que ser feo o seguir a pies juntillas una estética Jakob Nielsen. Un buen diseño estético y funcional hace un sitio web más intuitivo (y, por lo tanto, más rápido y sencillo de utilizar), pero es importante tener cuidado de no abusar del efecto eye candy: el tratar de atraer la atención del usuario con algo que impacte a primera vista. Demasiadas veces Flash es utilizado para este propósito en sitios para los que no aporta absolutamente nada. Hay que tener en cuenta que la carga de texto básico con imágenes en una película flash es mucho más lenta que con HTML puro, por lo que debe de haber una buena justificación para su uso, más allá del de "llamar la atención". Así que muchas de las posibilidades para las que Flash brilla como tecnología son inútiles o, peor aún, pueden redundar negativamente en la visita a un website meramente informativo.
Es una máxima universal que para toda tarea debe elegirse la mejor herramienta disponible, y la programación web no constituye en ningún caso una excepción. No debemos caer en el error de utilizar las enormes capacidades de Flash cuando no es apropiado, ni necesario. Algunos de los posibles usos donde se puede aprovechar toda la potencia de Flash son:
- Webs "escaparate" donde se requiera ofrecer relativamente poca información textual y por el contrario sea clave una visualización más impactante o que se ofrezca al usuario la posibilidad de interactuar para adquirir una experiencia más rica sobre lo que se expone. Un ejemplo serían vistas detalladas con zoom o incluso en 360º de productos tales como obras de arte, coches, vestidos, etc.
- Portfolios de artistas como por ejemplo músicos o pintores, donde se pueden aprovechar las características multimedia de Flash para integrar las obras en la web.
- Presentación de contenidos interactivos. Ejemplos de esto podrían ser websites educacionales o que presenten planos interactivos o visitas virtuales a viviendas en venta, galerías de arte, museos, etc.
- Siempre que la reproducción de vídeo constituya una parte integral o importante de la web. Hablar de vídeo en la web hoy en día (y me atrevo a decir que en un futuro a un corto y medio plazo también) es hablar de Flash, simple y llanamente.
- Interacciones complejas tales como presentaciones multimedia, vídeos o incluso pequeños videojuegos que cumplan el propósito de enganchar y entretener al usuario para que alargue la estancia en nuestra web, que normalmente se incluirán como secciones independientes al margen del contenido "principal" del sitio.
Estos son tan sólo algunos ejemplos, ya que las posibilidades son casi infinitas, aunque siempre debe tenerse en cuenta el objetivo final: el proporcionar al usuario final una experiencia interactiva y visual única y memorable.
Daniel García Nebot
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