Las bibliotecas y las nuevas tecnologías de la información
Libros y revistas son el equivalente físico del saber acumulado por las instituciones que se dedican al cultivo de la ciencia: universidades, academias, centros de investigación. Las bibliotecas garantizan el acceso a la cultura y al conocimiento de la población. Internet se convierte en un nuevo espacio de interacción social, de redes humanas, que posibilita nuevas formas de participación y comunicación de la sociedad.
A lo largo de los últimos siglos la difusión de la imprenta, la alfabetización de la sociedad, el abaratamiento de los costes de edición y la creación de una cultura libraria convirtieron al libro en un útil necesario para cualquier persona culta, para cualquier profesional.
El papel de la biblioteca moderna ha pasado de ser conservadora de la información a productora y difusora de información. En todas las parcelas de la sociedad, están cada vez más presentes los medios audiovisuales y los soportes electrónicos e informáticos.
El crecimiento de la producción de información y la invención de las aplicaciones digitales al tratamiento de textos han hecho más manejable y accesible el control de la inmensa cantidad de datos. El acceso a Internet supone la entrada a un mundo caótico repleto de información, que hace que el papel del bibliotecario se vea aumentado, al tener que llevar a cabo tareas de selección y síntesis de contenidos de interés para el usuario.
Son muchas las estrategias que los bibliotecarios y expertos en sistemas de control de la información han puesto en práctica para catalogar, administrar y suministrar esas cantidades de información disponibles, y en ese proceso ha sido incesante la incorporación de los nuevos recursos tecnológicos.
Las Bibliotecas ya no cuentan solamente con materiales impresos. El medio electrónico constituye un soporte de transmisión de conocimientos científicos, tecnológicos, humanísticos, debido al alto grado de información concentrada en las redes y el alto valor que representan las bases de datos y catálogos en línea, para estos lugares donde se concentra tanta información y que genera tanto conocimiento.
Por ello, una biblioteca digital es una biblioteca tradicional, que cuenta con terminales para que los usuarios tengan acceso a los servicios de consulta en red. Ofrecen los mismos servicios que una biblioteca tradicional, mediante el empleo de herramientas tecnológicas que facilitan el almacenamiento, la búsqueda y la recuperación electrónica.
Los nuevos sistemas deben adecuarse a las características y necesidades de los usuarios, los cuales son los protagonistas del estudio de cualquier proceso informativo. El profesional de la información debe tener unos conocimientos y técnicas que faciliten la recuperación precisa y exhaustiva de la información para el usuario.
La información es algo objetivo, que refleja una correspondencia exacta con la realidad, que tiene un significado constante. Se concibe como una realidad física que existe independientemente de cualquier proceso que ocurre en la mente del usuario y centra el interés de la investigación.
Se considera Internet como uno de los logros más importantes del establecimiento de la autopista de la información. Las tecnologías de la información son relevantes para la sociedad futura. La introducción de una red eficaz de comunicación y alta velocidad, más los sistemas informáticos asociados a ellas, tendrán un impacto esencial en todos los aspectos de nuestras vidas.
Esperanza Castelar Amigot
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